Durante siete años, el dinero procedente de los usuarios que pagaban en metálico la piscina, el gimnasio, el alquiler de las pistas de pádel o el cine, se guardaba en el interior de una caja fuerte instalada en el despacho del gerente del Centro Cultural y Deportivo Playa Dorada, de Noja. El dinero servía, una vez iniciado el cierre provisional de finales de agosto a principios de septiembre, para pagar a los proveedores principalmente. La subvención municipal tarda siempre en llegar y hay gastos que afrontar sin demora. En la caja se guardaban cantidades importantes de dinero, si bien éste año la cifra alcanzaba los 110.000 euros. En 2008 se habían batido récords en cuanto a usuarios y número de socios. Se calcula que las instalaciones fueron utilizadas por unas 10.000 personas a lo largo del año, con un número de socios superior a 2.500.
Los hechos
Pero el día 1 de septiembre, de mañana, el gerente del centro, Gabriel Pérez, descubría que la caja fuerte y el dinero habían volado. Alguien entró en su despacho y fue directo a los 110.000 euros. La Policía Científica no termina de concretar si la puerta de acceso al centro fue abierta con una llave o de una patada seca, muy precisa, que dejó expedito el camino.
Gabriel Pérez, un buen gerente según todos y un gran deportista, había cometido un grave error en un exceso de confianza avalado por siete años sin incidencia alguna. Un borrón en una trayectoria profesional calificada de excelente.
«Cuando llegué al centro el día 1 de septiembre -recuerda- la coordinadora me dijo que había encontrado abierta la puerta que da acceso a las oficinas. Al entrar al despacho descubrí que se habían llevado la caja fuerte, escamoteada en un mueble y anclada a la pared».
«Entonces, llamé a la Guardia Civil, al alcalde y al teniente de alcalde. A continuación fui a declarar al Cuartel y me citaron para el día siguiente ya que las diligencias las hacía la Policía Judicial de Santander».
Cuenta Gabriel Pérez -licenciado en INEF y gerente por oposición del centro- que «los siguientes pasos fueron hacer el recuento de lo que faltaba y dar cuenta, por mi parte, a la junta rectora, compuesta por representantes de los partidos políticos con representación municipal, en el mismo porcentaje que en el Ayuntamiento. Ese día se tomaron las huellas dactilares y se hizo declarar a todo el personal -doce personas fijas y más de treinta para el desarrollo de las distintas actividades- primero en grupo y después individualmente. Después, volví a reunir a la junta».
«Desde el primer momento -señala el gerente- asumí la responsabilidad del hecho y puse el cargo a disposición para lo que fuera menester. Alguien robo el dinero y yo me siento responsable».
La Guardia Civil, según Gabriel Pérez, maneja todas las hipótesis y no descarta nada. «Aquí, en invierno, si viene alguien extraño lo localizamos de inmediato. En verano es muy difícil. Quizás alguien nos hizo un seguimiento, pero como dice la Guardia Civil pudo ser cualquiera».
El gerente no alude responsabilidades cuando se le pide una explicación. «A toro pasado -matiza- hay muy pocas explicaciones. Durante siete años fue una norma general dejar el dinero en la caja. Era una medida de prevención ya que en septiembre hacemos una parada técnica para vaciar las piscinas, entre otras cosas. En ese momento hay una serie de gastos que afrontar y por eso el dinero estaba en mi despacho. También hay que saber cómo están los ayuntamientos y si bien en agosto se había aprobado en pleno una modificación de crédito para recibir una subvención de 200.000 euros, hasta mediados de octubre no ha llegado».
«En todo este período de tiempo podíamos presumir de eficacia, pero está claro que a partir de ahora habrá que tomar medidas correctoras. Por el momento, he puesto mi cargo a disposición del presidente de la junta y se me ha abierto expediente, pero eso no es lo que más me duele. Lo que realmente me duele es que la seguridad era insuficiente. Ahora tenemos sobre la mesa una batería de medidas correctoras, aconsejados por la propia Guardia Civil.», señala.
Cuatro robos
En Noja se han producido en los últimos tres años cuatro importantes robos. Los ladrones se llevaron importantes cantidades de dienero de la casa del alcalde, del farmacéutico, del constructor Jesús Viadero y del ‘Playa Dorada’.
Fuente:D.Montañes
